Los Copla hicieron explotar el Ópera

El repiquetear de los bombos impuso un silencio sepulcral en la sala. El sonido ancestral afloró en esos instrumentos de percusión. Con sencillas palabras y un mensaje claro, sus ejecutantes dieron comienzo al show e iniciaron una celebración que duraría dos horas y media con emociones renovadas, muchas anécdotas, vivencias, humor y compromiso.
Con un ambiente cálido, festivo, Roberto Cantos y Julio Paz festejaron sus Bodas de Plata y presentaron El Camino, su flamante placa discográfica, en el porteño teatro Ópera.
Lo solemne quedó a un costado desde el mismo momento en que Julio comenzó a desgranar recuerdos de los inicios del dúo y de cómo, con su “cumpita” Cantos, sobrevivieron a los tiempos iniciales de esta formación y sobre la base del trabajo en equipo lograron cimentar su sociedad musical.
Para evocar esos tiempos duros como también para destacar el presente de bonanzas, apeló a un recurso que muy pocos se animan a emplearlo: reírse de sí mismo. Se burlaron de aquellos momentos en que no “tenían para comer” como también del hoy donde tienen que cantar con atril “y con letras bien grandes para poder verlas y no olvidarnos las canciones”.
El camino recorrido por Coplanacu quedó bien marcado en el impactante concierto que realizaron el pasado viernes. Con un repertorio selecto, dieron rienda a la nostalgia de cientos de santiagueños allí presentes. Y un testimonio musical de ese estado quedó plasmado cuando cantaron La flor azul y Ay Salavina, ambas de Mario Arnedo Gallo.
“Añoranzas que vienen y van…”, dice el papá de Diego Arnedo (bajista de Divididos que en el disco participó en este tema tocando el bombo), en Salavina. Y ese añorar el pago afloró en varios comprovincianos que salieron de sus asientos para bailar esta bella zamba. Después, con chacareras, gatos y escondidos, convirtieron al Ópera en una gran peña.
Algarrobo algarrobal (con el que iniciaron el espectáculo) y Retiro al norte (con el que cerraron después de cinco bises), sin dejar de lado La llamadora, fueron algunas de las composiciones con las que pusieron en alto a ese público emocionado y feliz que desbordó la capacidad de la tradicional sala de la avenida Corrientes.